La contundencia del funcionamiento de articulaciones multilaterales Sur-Sur que van en contrapunto a hegemonías como las de Estados Unidos y la Unión Europea. Para Chile tiene que ver con decisiones estratégicas relacionadas, entre otras cosas, con el desarrollo del país. Y van más allá de una política exterior cruzada por contingencias o debates sobre gobiernos determinados.
Hugo Guzmán. Periodista.
1.-Parece conveniente tener en cuenta eventos realizados en las últimas semanas que dieron cuenta de articulaciones multilaterales a escala mundial que, quizá, no deberían pasar inadvertidos para Chile.
2.-El BRICS, en su último encuentro de hace más de un mes, salió fortalecido con la incorporación de Argentina, Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, que se suman, nada más y nada menos, que a Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica. Claramente hay potencias económicas y políticas que gravitan con mucho peso en la escena mundial. Este grupo aglutina al 40% de la población mundial y una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) internacional. El Presidente de Brasil, Inacio “Lula” Da Silva sintetizó la relevancia política del grupo: “La presencia en este encuentro de los BRICS de decenas de líderes de otros países del Sur Global muestra que el mundo es más complejo que la mentalidad de la Guerra Fría que algunos quieren restaurar”. Los BRICS, en efecto, se distancian de las potencias occidentales y del Norte, buscando autonomía de Estados Unidos y la Unión Europea. No es para nada menor que los países de este grupo, incluidos los recién incorporados, son productores y exportadores de alimentos, petróleo, gas, armamento y tecnologías. En esta instancia se está en la idea de generar una moneda común o, al menos, comerciar en las monedas locales, lo que apunta a desdolarizar el intercambio comercial y las finanzas mundiales. Chile está ausente y no hay señales de que formalmente se integre.
3.-Ciento treinta y cuatro países integran el G77+China, representando al 80% de la población mundial, se le considera “el grupo concertado más grande y diverso en el ámbito multilateral”. Hay países poderosos y de gran potencial económico como China, Brasil, India, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, México, Sudáfrica, entre otros, y que son exportadores de productos estratégicos. Es una instancia que hace contrapunto a hegemonías como las de Estados Unidos y la Unión Europea, en la línea de fortalecer la colaboración Sur-Sur. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres expresó que “necesitamos una acción global para construir un sistema internacional que defienda los derechos humanos y trabaje en beneficio de sus intereses en todos los niveles. Y eso requiere que el G77+China utilicen su voz para luchar por un mundo que funcione para todos”. Hace una semana sesionó la Cumbre del G77+China en La Habana, y la participación dio cuenta de la importancia de este bloque: más de 1.300 representantes de 116 países, 31 jefes de Estado y de Gobierno, y 12 organizaciones y agencias del sistema de las Naciones Unidas. Se acordó avanzar en “una plataforma para impulsar el logro de los objetivos de desarrollo sostenible y un importante estímulo para la cooperación Sur-Sur”. Se planteó “la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera”. También se expresó la “firme convicción de que todos los Estados y partes interesadas deben consagrarse colectivamente a la consecución del desarrollo mundial y de una cooperación para el desarrollo científico y tecnológico”. Frente a acciones que toman ciertas potencias con naciones en desarrollo, se ratificó el “rechazo a la imposición de leyes y regulaciones con efecto extraterritorial y todas las demás formas de medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo”. En la cita en La Habana participaron por Chile, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aysén Etcheverry y el secretario general de Política Exterior de la Cancillería, embajador Alex Wetzig.
4.-Se abre la interrogante -aunque habrá quienes ni siquiera les preocupe- sobre el papel o el vínculo que Chile debiera tener en esos grupos como el BRICS o el G77+China que, claramente, están aumentando en incidencia y ampliándose en su convocatoria. Tiene que ver con decisiones estratégicas relacionadas, entre otras cosas, con el desarrollo del país. Y van más allá de una política exterior cruzada por contingencias o debates sobre gobiernos determinados.